Recital de poesia i música: Tens la paraula

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Poema mundano

Poema mundano, cómo vivir nuestra vida -pregunta-

Estoy aburrido, soy la tierra rotulada en el otoño

y la literatura es el gusano que roe el camino subterráneo

por donde vendrá el agua para nutrir la cosecha del verano.

Fotografía empolvada sobre el piano y encontrada viva después

en la provincia donde los padres daban clase

para conservar la fe -ha pensado que es mejor venir

a la gran ciudad con fiestas para la enajenación de la conciencia.

 

Mi alma: una mujer mundana que sale con cualquiera

Las mozas no son fieles, ni los violines son verdaderos

Bailarinas flores derrumbadas bailarinas trasegadas

muéstranos el secreto despojado de las hojas de algod6n.

 

En el escenario silencio mujer desnuda, en la sala embarazo, pero

ni menos un pensamiento que te duela, ni un actor que se muera

El negro de la luna desciende (deleitosamente) como el gorrión sobre un violín

y si lo quieres, amada mía, si lo quieres te pagaré un capricho

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Tabiques estancos

 

Ha girado en torno al faro el nimbo de los pájaros azules…

Ha girado en torno al faro el nimbo de los pájaros azules

en las mitades de la oscuridad taladrando la lejanía de los barcos

y se han caído al agua cual cenizas de arcángeles

Se ha alterado el pan y la flor

En las leproserías yacen como gavillas nuestros amigos

Tú sigues cosiendo sola pensamientos para tu hijo

Solamente el tren arrastra sus vapores

Animal malherido que corre, destripado

He sembrado en tu cuerpo, amada, la flor…

He sembrado en tu cuerpo, amada, la flor

que esparcirá pétalos sobre tu cuello, mejillas y manos

y hará brotar mañana tus senos -primavera

Me gustan las cejas y tus ojos con destello de metales

y los brazos que ondulan como las serpientes, las olas, el mar

 

De tu cuerpo quisiera levantar palacios, arquitectónicos jardines

y terrenales paraísos monumentales

Quiero enterrarme en sus tierras cuando me muera

Quiero enterrarme en tu carne cuando me muera

 

En tu cabello siento el olor de los racimos de naranjas

En tus ojos anublados veo sol y en los labios ganas de comer

Con tus dientes querrás Cortar carne del alma

querrás cambiar las uñas en garras

 

Quisiera morder tus senos como muerden el pan

Los hambrientos que mendigan monedas en la calle

Quisiera que florecieran en tus miradas jardines arquitectónicos

Alinear tu pensar a los sueños terrenales, mamie.

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En su profundo recuerdo

Pero no hablemos más de los que están unidos

A las frágiles ramas a los malos humores de la naturaleza

Aquellos incluso que sufren los golpes duros

Tienden la nuca y en la alfombra de sus cuerpos

Suenan las botas rígidas de los conquistadores

Ellos han salido de mi memoria

Los pájaros buscan otros primaverales empleos

En sus cálculos remunerados

Por rebaños deliciosos de enloquecimientos

Con el viento en sus talones

Que el desierto les sea contado

Al diablo las delicadas advertencias

Las diversiones amapolas y compañía

El frío escarba

El miedo sube

El árbol se seca

El hombre se agrieta

Los postigos golpean

El miedo sube

Ninguna palabra es bastante tierna

Para traer de nuevo al hijo de los caminos

Que se pierde en la cabeza

De un hombre al borde de la estación

Él mira la bóveda

Y mira al abismo

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Elegía

El alma vieja, amada, quieres que sea como las flores del verano

durante el invierno los pájaros están encerrados en sus jaulas

 

Te quiero como espera la colina el cuerpo del valle

o como la tierra espera la lluvia espesa y fértil

Te espero en todos los atardeceres en la ventana, deshilando abalorios

colocando los libros, leyendo mis versos

Y ahora me alegro cuando en el patio ladran los perros ladran los perros

y cuando llegas para quedarte conmigo hasta mañana hasta mañana

 

Mi alma feliz es como nuestro cuarto cálido

cuando sé que está nevado y las calles se visten de blanco.

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Agua salvaje

 

los dientes hambrientos del ojo

cubiertos de hollín de seda

abiertos a la lluvia

todo el año

el agua desnuda

oscurece el sudor de la frente de la noche

el ojo está encerrado en un triángulo

el triángulo sostiene otro triángulo

 

el ojo a velocidad reducida

mastica fragmentos de sueño

mastica dientes de sol dientes cargados de sueño

el ruido ordenado en la periferia del resplandor

es un ángel

que sirve de cerradura a la seguridad de la canción

una pipa que se fuma en el compartimiento de fumadores

en su carne los gritos se filtran por los nervios

que conducen la lluvia y sus dibujos

las mujeres lo usan a modo de collar

y despierta la alegría de los astrónomos

 

todos lo toman por un juego de pliegues marinos

aterciopelado por el calor y el insomnio que lo colora

 

su ojo sólo se abre para el mío

no hay nadie sino yo que tenga miedo cuando lo mira

y me deja en estado de respetuoso sufrimiento

allí donde los músculos de su vientre y de sus piernas inflexibles

se encuentran en un soplido animal de hálito salino

aparto con pudor las formaciones nubosas y su meta

carne inexplorada que bruñen y suavizan las aguas más sutiles

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La linda pelirroja

Estoy aquí delante de todos un hombre con sentido común
que conoce la vida y de la muerte lo que un hombre puede conocer
probó los dolores y los goces del amor
impuso algunas veces sus ideas
conoce varias lenguas
y no ha viajado poco
vio la guerra en la infantería y la artillería
herido en la cabeza trepanada bajo el cloroformo
perdió sus mejores amigos en la espantosa lucha
sé de lo antiguo y de lo nuevo lo que un hombre solitario
puede saber de esas cosas
y sin inquietarme hoy de esta guerra
entre nosotros y para vosotros amigos míos
juzgo esta larga querella de la tradición y de la invención
del orden y de la aventura

Vosotros con la boca hecha a la imagen de la boca de Dios
boca que es el orden mismo
sed indulgentes al compararnos
con los que fueron la perfección y el orden
nosotros que siempre buscamos la aventura
no somos enemigos
Al queremos daros vastos y extraños dominios
donde el misterio germina para el que quiera cosecharlo
hay fuegos nuevos colores nunca vistos
mil fantasmas imponderables
para darles realidad
y explorar la bondad país enorme y silencioso
hay tiempo para desterrar
y tiempo para el regreso
piedad para nosotros que combatimos siempre en las fronteras
de lo ilimitado y lo porvenir
piedad para nuestros errores piedad para nuestros pecados

He aquí que viene el estío la estación violenta
y mi juventud ha muerto como la primavera
oh sol es el tiempo de la razón ardiente y espero
para seguir la forma noble y dulce
que adopta ella para que pueda amarla
llega y me atrae como al hierro el imán
tiene el aspecto encantador
de una adorable pelirroja

Sus cabellos son de oro se diría
un bello relámpago que nunca acaba
o esas llamas que presumen
en las rosas te marchitas ya

Reíd reíd de mí
hombres de todas partes sobre todo gentes de aquí
porque hay tantas cosas que no me atrevo a decir
tantas cosas que no me dejaríais decir
tened piedad de mí

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Tuve el valor de mirar hacia atrás…

Tuve el valor de mirar hacia atrás
Los cadáveres de mis días
Marcan mi camino y les voy llorando
Unos se pudren en las iglesias italianas
O en pequeños bosques de limoneros
Que florecen y fructifican
Al mismo tiempo y en todas las estaciones
Otros días lloraron antes de morir en las tabernas
Donde ardientes ramos rodaban
Ante los ojos de una mulata que inventaba la poesía
Y las rosas de la electricidad se abren aún

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Caligramas *

 

* El caligrama es un poema, frase o palabra en la cual la tipografía, caligrafía o el texto manuscrito se arregla o configura de tal manera que crea una especie de imagen visual (poesía visual).

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Apóstrofe


No soy más que una llama, un grito, y fuego y sed.

Por las angostas hondonadas de mi corazón se lanza el tiempo

como agua oscura, raudo, violento, inadvertido,

y arde en mi cuerpo un signo: la caducidad.

Pero tú eres el redondo espejo por el que resbalan

los crecidos arroyos de la vida

tras cuyo fondo áureo y abundante

las cosas que murieron radiantes resucitan.

En mí arde y se extingue lo mejor. Una estrella alocada

que cae en un abismo de azules noches de verano,

pero la imagen de tus días está en alto y distante,

señal eterna, situada como protección alrededor de tu destino.

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Archivado bajo Ernst Stadler